domingo, 2 de febrero de 2014

El MuRock, un duro y rocoso garbeo por el museo más rockero de Murcia

Amigos senderistas, rumbosos garbeístas, andarines de pelajes varios y demás fauna caminante de nuestra querida Coponia Murciana, desde estas páginas os invito a pasear y conocer un fabuloso museo al aire libre que, como tantas cosas valiosas de nuestro patrimonio, permanece ignorado en el más exquisito de los olvidos. 

Se trata del MUROCK, un Museo de Rocas de la Región de Murcia al Aire Libre. Una iniciativa de la Universidad perpetrada por expertos profesores del Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología que ningún senderista curiosón, marchoso garbeísta o rebelde del paso y el conocimiento debería perderse. 

Casi nadie lo recomienda en las webs y publicaciones de las múltiples instituciones relacionadas con patrimonio, cultura o turismo. No esperéis verlo mencionado en Fitur ni en boca de su consejerísima esfinge. Será porque no cuesta un chavo, porque está al aire libre, porque no genera plusvalías o porque está hecho para ser disfrutado en silencio y sin grandes alharacas. Tal vez la promoción cultural de un elemento patrimonial esté en Murcia en relación inversamente proporcional a su valor. Lo cierto es que no aparece vinculado a interés alguno distinto del conocimiento y su mantenimiento no precisa de grandes dispendios, ni de director, curator, asesores varios o comisarios de exposiciones.

Aquí podréis entender la complejidad de nuestra historia geológica: los plegamientos, fallas y colisiones de placas que conformaron ese territorio que disfrutamos en nuestras dominicales gestas senderistas. Podréis poner nombre a esas curiosas formaciones rocosas que domingo a domingo nos tropezamos por Callblanque, la Sierra de la Pila, la Almenara o la tan pateada Sierra Espuña. A partir de ahora dejarán de ser "Vulgaris Ñuscus"  para convertirse en sofisticadas margocalizas o elegantes calcoesquistos. 

Está ubicado en el actual Jardín del Voluntariado del Campus de Espinardo. Tiene cierto aire zen, de jardín oriental. Pero es ante todo un museo con ínfulas rockeras, hard rock a lo Deep Purple, a lo Credence, o al Lou Reed del lado más duro y salvaje.

Con paso firme y reposado podemos recorrer la enrevesada y apasionante historia geológica de nuestra Región. Se han colocado por orden cronológico, desde el Paleozoico hasta el Cuaternario, con lo que podemos dar un ordenado garbeo por el tiempo y comprender las vicisitudes geológicas que ha sufrido Murcia. Nos acompañan enormes bloques de calizas, margocalizas, dolomías, areniscas, brechas y yeso a babor; a estribor las rocas sedimentarias: mármol del Cabezo Gordo,  esquistos y calcoesquistos de Callblanque: por popa asoman las metamórficas: andesitas, basaltos, lamproitas y ofitas, y a proa se divisan amenazadoras fieras rocas volcánicas y subvolcánicas. 

Cada ejemplar va acompañado de un panel explicativo donde se indica el nombre de la roca, ubicación, origen, utilidad, empresa que la donó (en su caso) e historia de Murcia en el momento de su formación. Igualmente, hay un panel introductorio con la geología general de la Cordillera Bética y de la Región de Murcia, en particular. Además, el entorno vegetal que acompaña a estos pedruscos de bella estampa luce en su intencionada aridez. Acebuches, evocadores olivos, olorosos romeros y tomillos junto a resecos y sufridos espinos forman el marco estepario idóneo para que destaquen estos soberbios ñuscos. 

Así que ánimo y " take a walk on the wild side", o mejor, "on the hard side", en cristiano que os invitamos a dar un paseo por el lado más duro y salvaje de la geología murciana, y sus fascinantes rocas.


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